La primera sesión del comité UNHRC del SYMUN 2022 ha comenzado hoy, sábado día 12 de noviembre, a las 9:00. Tras una votación por parte de las delegaciones, se ha dado por determinado que el tema «Regulación de la libertad de expresión en plataformas digitales y redes sociales» actuaría como eje vertebrador de esta primera jornada de debate. Dicha decisión se ha dado bajo la consideración por parte de la mayoría de las delegaciones de que, como afirmó la delegación de Armenia, “los derechos humanos deben adaptarse al nuevo mundo. El número de usuarios de internet sigue creciendo” y al igual que dijo la delegación de La República de Corea (sur), “el 56% de la población humana usa las redes sociales. Debemos idear soluciones a problemas actuales, son imperativos y de mayor relevancia.”
El comité consistió en un intercambio de consideraciones y propuestas con el fin de asegurar que no se vulneren los derechos humanos ante la búsqueda de resoluciones plausibles para las problemáticas que acarrea la libertad de expresión en las redes sociales. La delegación de Lituania planteó al respecto que “creemos que la libertad de expresión es clave para que la democracia en nuestra sociedad funcione”
Con la apertura del foro, la delegación de Vietnam puso sobre la mesa los temas que se tratarían durante el transcurso de las sesiones que conformaron la jornada. “No hay libertad si no hay conocimiento” fueron las palabras de la delegación de Vietnam a la hora de abrir el debate. A continuación, declaró que considera fundamentales la educación y la alianza con las plataformas digitales. Además, informó sobre su pretensión de prestar especial atención a los menores, buscando que estos se conciencien y que se establezcan unos parámetros de regulación que eviten los peligros de las redes. En consonancia con esta declaración, la delegación de Alemania afirmó que “en octubre de 2022 se contó que, cada 2 segundos, 6 nuevos usuarios accedían a las redes sociales” reiterando así en la consideración propuesta por la delegación de Armenia; para concluir declarando que “consideramos que las redes deben ser un espacio seguro y proponemos crear unos parámetros de control de las redes.”
Por otro lado, la delegación de Bulgaria sacó a colación temas como el adoctrinamiento de menores a partir de fake news, y denunció la desinformación dada en las redes, además de reivindicar la necesidad de fortalecer la credibilidad de los medios de comunicación.
A partir de estas consideraciones, las delegaciones llegaron todas a un entendimiento conjunto: la obligatoriedad de regular la libertad de expresión en las redes sociales, aunque divergiendo en cuanto a la regulación que se debería aplicar con dicho fin. La delegación de Malasia propuso “que haya una regulación o censura no externa controlada por cada país” y detalló su propuesta afirmando lo siguiente: “Considerando que cada país tiene su cultura y sus regulaciones específicas… puede haber una base legislativa de carácter internacional… pero cosas más específicas concernientes a cada país deberían ser una decisión individual de cada uno”. El debate se centró entonces en cuáles eran los límites que no podía traspasar la regulación internacional en relación con los principios constitucionales de cada país, aunque no se llegó a una resolución clara.
Posteriormente se mencionó como nuevo tema a debatir la cuestión sobre «El adoctrinamiento de menores por información transmitida por influencers». Tanto las delegaciones de la República de Corea (sur), como la de Bulgaria, incidieron en que los más jóvenes están desprotegidos ante información “masticada” por otros individuos, siendo fácilmente influenciables por datos no contrastados. La delegación de Polonia comunicó entonces que “consideramos que debería impartirse una educación para ayudar a estos ciudadanos a discernir entre la información falsa y la útil”. Dicha propuesta sería respaldada por las delegaciones de México y la República de Corea (sur).
En conclusión, las delegaciones realizaron diversas propuestas cuyo fin era silenciar la difusión de información engañosa en las redes sociales. Cobró especial relevancia la propuesta de concienciar a la población acerca de los peligros de las redes y poner a disposición de la población, preferiblemente jóvenes y ancianos, cursos que faciliten la identificación de discursos carentes de veracidad alguna.
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